Nos informan que la percepción en Atlixco que la gente tiene sobre la actitud e intenciones de Ariadna Ayala Camarillo por reelegirse como alcadesa es que proviene de «una oscura tradición caciquil de la zona».
Nos comentan que la actual presidenta municipal habría equivocado el método ya que «se brincó las trancas» y piso callos políticos que le costarían la nominación.
Lo anterior, nos señalan, por su «afán de ser ungida» como candidata a la reelección para la presidencia municipal de Atlixco en un sorpresivo destape que de, «manera concertada o económicamente acordada», hizo el pasado 23 de febrero la dirigente del Partido del Trabajo (PT), Lizeth Sánchez García, en una «amañada» reunión en la sede del Partido en la ciudad de Puebla.
Ariadna Ayala Camarillo, es descendiente del llamado «último cacique de Atlixco», Eleazar Camarillo Ochoa, y de aquel Partido Revolucionario Institucional (PRI) que controlaba todo lo político en el municipio.
Nos dicen que «seguramente Ayala, la hoy presidente municipal, en su intento ambicioso de reelección, tiene el recuerdo del ‘señor de la Soledad’ – como lo llamaban al cacique, autor – dicen – de muchas muertes en el municipio de la eterna primavera».
Integrantes de la comunidad de Atlixco nos destacan que «la genética determina cosas, perfiles, formas de actuar, algunas con tendencias criminales, eso lo estudian de manera eficiente los especialistas en psicología.
«EL PT junto con Ayala, se ‘compraron’ la anticipación de definirla candidata olvidando que la señora de palacio llego por la fuerza de MORENA en coalición. Les valió – literal – que fue la fuerza política del partido guinda la que la puso en el poder» afirman.
Nos aseguran que «su humilde origen laboral en los tiempos de don Melquiades Morales, gobernador del estado, siendo parte del área de giras y su panegirista, no le enseñaron a la señora Ayala que la política es forma y fondo».
Y la comunidad se pregunta «¿Será que se le han olvidado sus ‘muertos en el closet’ como contratos a modo con aliados, el desprecio a los ciudadanos y simulaciones en su salario? ¿O el maltrato al personal de su administración que llega al acoso y la extorsión? sus torpezas en una pésima administración plagada de corruptelas por comprobarse, están en vilo si como puede ser, llegue otro alcalde y le revise las cuentas».
Finalmente nos comentan que a la alcaldesa «no le alcanzan los números para ganar la elección, ya que sus canicas son muy pocas y el riesgo de derrota es muy alto.
«Al PT le tocará cargar con ‘el cadáver’ y lo recibido no cubrirá los daños».