Este jueves el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda antimonopolio significativa contra Apple, señalando a la compañía por establecer un monopolio ilegal en el ámbito de los smartphones, que margina a la competencia y limita la innovación.
La querella, radicada en un juzgado federal de Nueva Jersey, acusa a Apple de dominar el mercado de smartphones y de aprovechar su dominio sobre el iPhone para «engañarse en un comportamiento extenso, persistente e ilegítimo».
La acción legal, a la que se sumaron 16 fiscales generales estatales, marca el ejemplo más reciente de la estrategia del Departamento de Justicia de aplicar rigurosamente las leyes antimonopolio federales con el fin de promover un mercado justo y competitivo. Esta iniciativa se alinea con la directriz del presidente Joe Biden de reforzar la aplicación de las leyes antimonopolio, a pesar de enfrentar críticas de algunos sectores empresariales que consideran que estas medidas son excesivas. Sin embargo, ha sido bien recibida por otros que la ven como una acción necesaria y largamente esperada.
El proceso legal desafía la construcción digital de Apple alrededor del iPhone y otros productos como el iPad, Mac y Apple Watch, creando un «jardín amurallado» que permite que sus dispositivos y software funcionen en un ecosistema cerrado y sin interrupciones, simplificando la experiencia del usuario. Esta estrategia ha posicionado a Apple como la empresa más lucrativa del mundo, con ingresos anuales cercanos a los 400 mil millones de dólares.
No obstante, las acciones de Apple han visto una caída del 7% este año, lo que ha permitido que Microsoft, previamente objetivo de un caso antimonopolio, se convierta en la empresa más valiosa a nivel global.
Apple defiende su modelo de negocio argumentando que proporciona a los consumidores la protección más efectiva para su información personal, diferenciando al iPhone de los dispositivos Android, que son menos restrictivos. Sin embargo, la preocupación por una posible acción antimonopolio y el temor de quedarse atrás en innovaciones basadas en inteligencia artificial han afectado el valor de sus acciones.
Los reguladores antimonopolio argumentan en su demanda que Apple usa su «jardín amurallado» más como un medio para evitar la competencia y justificar precios más altos, lo que a su vez ha incrementado sus márgenes de ganancia y reprimido la innovación. «Los consumidores no deberían pagar más por violaciones a las leyes antimonopolio», afirmó el fiscal general Merrick Garland, destacando la importancia de limitar el poder monopólico de Apple para fomentar la competencia y la innovación. Esta medida se inscribe dentro de un esfuerzo más amplio de la administración Biden por combatir prácticas monopólicas, que ya ha incluido demandas contra Google y Amazon, así como intentos fallidos de obstruir adquisiciones por parte de Microsoft y la empresa matriz de Facebook, Meta Platforms.
Con información de AP.