Sin llegar a comprometerse, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mencionó una posible baja de tasas en septiembre, pero también los crecientes riesgos para el mercado laboral y de una mayor inflación.
«Aunque el mercado laboral parece estar en equilibrio, resulta de una marcada desaceleración tanto de la oferta como de la demanda de trabajadores. Esta inusual situación sugiere que están aumentando los riesgos a la baja para el empleo”, explicó en la conferencia anual de la FED en Jackson Hole, Wyoming.
Sin embargo, con la política monetaria en territorio restrictivo, “las perspectivas de referencia y el cambiante equilibrio de riesgos pueden justificar un ajuste», agregó.
Además, aunque se espera que los aranceles impulsen los precios al alza, la hipótesis de referencia es que ese impacto sobre la inflación se desvanezca.
Este discurso sería el último de Powell como presidente de la FED, pues su mandato finaliza en mayo; mientras que la administración de Donald Trump está buscando un sustituto al tiempo que presiona a Powell y a otros miembros de la Junta de Gobernadores para que dimitan.