Luego de que Israel anunciara que aprobó un plan para ocupar la ciudad de Gaza, el grupo islamista Hamás acusó al gobierno de Benjamin Netanyahu de “sacrificar” a los secuestrados en el enclave por sus ambiciones de ocupación y de “crimen de guerra”.
En un comunicado, Hamás expuso que «la decisión de ocupar Gaza confirma que el criminal Netanyahu y su Gobierno nazi no se preocupan por el destino de sus prisioneros y saben que ampliar la agresión significa sacrificarlos, lo que revela una mentalidad de desprecio por la vida de los prisioneros para lograr ilusiones políticas fallidas”.
Además, el grupo señaló a la Administración de Netanyahu de intentar un “golpe de Estado” a las negociaciones que las dos partes han continuado de forma indirecta, con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos.
Por su parte, Alemania anunció que “no aprobará ninguna exportación de equipo militar que pueda utilizarse en la Franja de Gaza hasta nuevo aviso». Dinamarca, Lituania, Australia y Jordania, entre otros, se sumaron al rechazo del plan.