El gobierno de Perú declaró el estado de emergencia en Lima y la vecina provincia de Callao, una conurbación en la que vive un tercio de los peruanos, así como el despliegue de las fuerzas armadas para combatir la ola de crimen que vive la capital.
El decreto supremo, publicado en una edición extraordinaria de la gaceta oficial El Peruano y firmado por la presidenta Dina Boluarte, especifica que la policía nacional mantiene el control del orden interno, con acciones de apoyo de las fuerzas armadas, «para lo cual la institución policial determina las zonas donde se requiera dicho apoyo».
El estado de emergencia estará vigente por 30 días y fue declarado tras la indignación provocada por la muerte del cantante Paul Flores, vocalista de la popular orquesta de cumbia Armonía 10, cuyo autobús fue tiroteado en la madrugada del sábado al domingo.
Durante el estado de emergencia queda restringido la libertad de tránsito por el territorio nacional, libertad de reunión y libertad y seguridad personales.
El Ministerio del Interior será el responsable de articular y gestionar, a favor de la policía, las medidas que sean requeridas por el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la Superintendencia Nacional de Migraciones, así como de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec).