El Papa Francisco no ha tenido más crisis después de sufrir un broncoespasmo que causó un empeoramiento “repentino” de su cuadro respiratorio, indicaron este sábado fuentes vaticanas.
Tras pasar una noche tranquila, el pontífice se despertó, desayunó, tomó un café y se dedicó a leer los periódicos, añadieron las fuentes; sin embargo, su cuadro clínico sigue siendo complejo y su pronóstico reservado.
Francisco “no tuvo ninguna otra crisis, después de la de ayer a primera hora de la tarde”, dijeron las fuentes, que explicaron que el broncoespasmo (estrechamiento del conducto bronquial), formó parte de una crisis respiratoria y no ha afectado a otros órganos.
Se trata de una crisis “distinta” a la que sufrió hace una semana, el 22 de febrero, y los médicos necesitarán entre 24 y 48 horas para valorar cómo le afectará y si agravará su situación, habían explicado las fuentes.
El pontífice, de 88 años, se encuentra hospitalizado desde el pasado 14 de febrero en el Gemell de Roma por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó́ una neumonía bilateral.