El Vaticano informó que el Papa Francisco sufrió una crisis respiratoria prolongada, y tuvieron que hacerle una transfusión de sangre.
“El estado del Santo Padre sigue siendo crítico y el papa no está fuera de peligro. Esta mañana, el Papa Francisco tuvo una crisis respiratoria asmática prolongada, que también requirió la aplicación de oxígeno a alto flujo”, informó el Vaticano.
Con base en los exámenes médicos practicados, se conoció que el pontífice tiene una trombocitopenia asociada a una anemia, lo cual llevó a una transfusión de sangre.
El sumo pontífice ha estado hospitalizado en Roma durante una semana por una infección pulmonar compleja.
El pronóstico de la salud del Papa sigue siendo reservado. Y aunque se cancelaron sus compromisos de este fin de semana, todo indica que permanecerá internado más tiempo del esperado.
Cabe resaltar que Francisco tiene 88 años de edad y durante los últimos tres años ha sido hospitalizado por problemas respiratorios. Sin embargo, su estado de salud más grave es el actual.