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El Papa Francisco reconoció que “atraviesa por un momento de prueba” en el texto del ángelus enviado desde el hospital Gemelli, donde se encuentra ingresado desde el pasado 14 de febrero por problemas respiratorios.

“Nuestro físico está débil, pero, incluso así, nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros’, dijo el papa, que invitó a los fieles a unirse a él “en las alabanzas al Señor, que nunca nos abandona y que en los momentos de dolor nos pone al lado a personas que reflejan un rayo de su amor”.

Unos trescientos niños de colegios, asociaciones y varias instituciones se dieron cita afuera del hospital en Roma, frente a la estatua de Juan Pablo II, con globos, dibujos y cartas para entregarlas al pontífice y le llamaron en varias ocasiones con la esperanza de que pudiera asomarse a saludarlos.

Las condiciones clínicas del pontífice argentino, hospitalizado desde hace 31 días, se mantienen estables y continúa gradualmente su mejoría, pero aún seguirá internado por un tiempo indeterminado.

El Vaticano difundió un breve comunicado en el que explicó que “las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen estables, confirmando la evolución destacada en la última semana”.

Su hospitalización es la cuarta y más larga en sus 12 años de pontificado y genera preocupación sobre la continuidad del “Santo Padre”. Las muestras de apoyo se suceden con oraciones en todo el mundo.

El primer papa latinoamericano reiteró este domingo su agradecimiento a las personas que oran por su salud y al personal médico que lo atiende.