Saltar al contenido principal

Aunque el Papa Francisco muestra signos positivos de recuperación tras su convalecencia, aún no se ha confirmado su participación en las celebraciones litúrgicas de Semana Santa. 

El pontífice, de 88 años, por el momento ha delegado a dos cardenales para que oficien las misas del Jueves y Viernes Santo, además del Vía Crucis en el Coliseo, para el que Francisco ha escrito las meditaciones que se leerán en el anfiteatro romano.

El tradicional Vía Crucis será presidido por el cardenal Baldassare Reina, vicario para la diócesis de Roma. El resto de cardenales que oficiarán los ritos de la Semana Santa del sábado y la Misa de Resurrección del domingo serán dados a conocer en los próximos días.

Aún se desconoce si el Papa podrá dar la bendición “Urbi et Orbi” de la Pascua que se realiza en el balcón de la Logia central de la fachada de la Basílica de San Pedro el Domingo de Resurrección.

Francisco ha mejorado de sus problemas de salud tanto desde el punto de vista de la movilidad y de la respiración, así como de la voz, como se pudo apreciar el 13 de abril, cuando deseó una “buena Semana Santa” tras aparecer en la Plaza de San Pedro al final la misa del Domingo de Ramos.

Cada vez necesita menos tiempo los flujos de oxígeno, como se apreció en esa aparición, ya que se presentó sin las cánulas nasales.