Saltar al contenido principal

En una jornada histórica para el deporte mexicano, Ósmar Olvera, con tan solo 20 años, se colgó su segunda medalla en los Juegos de París, al conquistar el bronce en la prueba individual de trampolín de 3 metros. Con una puntuación final de 500.40 puntos, el joven clavadista mexicano se posicionó en tercer lugar, solo por detrás de los chinos Xie Siyi, quien se llevó el oro con 543.60 puntos, y Wang Zongyuan, que obtuvo la plata con 530.20 puntos.

Este logro no solo representa la quinta medalla para la delegación mexicana en estos Juegos, sino que también convierte a Olvera en el primer mexicano en lograr dos medallas olímpicas en una misma edición desde 1984. Anteriormente, Ósmar ya había conseguido la plata en la versión sincronizada de la misma prueba, junto a su compañero Juan Manuel Celaya, reafirmando la hegemonía de México en los clavados.

El momento decisivo de la competencia llegó en el cuarto clavado, donde Olvera ejecutó una maniobra de altísima dificultad que le otorgó 98.80 puntos, asegurando prácticamente su lugar en las premiaciones. Finalmente, con un cierre espectacular y una ejecución impecable en su último salto, acumuló los puntos necesarios para subir al podio, dejando una marca importnte en la historia de los clavados.

Este bronce no solo llena de orgullo a todo México, sino que también supera lo logrado en Tokio 2020, donde la delegación mexicana solo consiguió cuatro medallas. Con esta hazaña, Ósmar Olvera se consolida como una de las grandes promesas del deporte azteca, y su nombre ya resuena entre las grandes leyendas olímpicas de nuestro país.