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El ciclo de Erik ten Hag en el Bayer Leverkusen ha terminado antes de lo esperado. El club alemán confirmó su salida después de apenas tres partidos oficiales, una decisión tomada con carácter inmediato por el Comité de Accionistas y anunciada en un comunicado que marcó el fin de una etapa relámpago en la Bundesliga.

La directiva informó que el cuerpo técnico asistente se hará cargo temporalmente de los entrenamientos. La medida, según explicaron, responde a la recomendación de la dirección deportiva, que consideró que el neerlandés no logró sentar las bases necesarias para un proyecto a largo plazo.

Simon Rolfes, director general deportivo, fue claro al señalar que “las últimas semanas demostraron que con esta configuración no era posible construir un equipo exitoso”. Sus palabras reflejan la necesidad urgente del club de encontrar una nueva identidad táctica que potencie a un plantel con calidad comprobada.

Los números de Ten Hag fueron escuetos: un triunfo en Copa ante Sonnenhof, seguido por un arranque en liga sin victorias, con una derrota contra Hoffenheim y un empate ante Werder Bremen. La falta de resultados inmediatos pesó en su contra en un equipo con altas expectativas.

La salida del neerlandés abre una nueva incógnita en el banquillo del Leverkusen. El reto será identificar a un estratega capaz de fortalecer la plantilla y devolver la confianza a un proyecto que no admite retrasos en su camino hacia la competitividad europea.