Al menos cinco personas murieron en un motín dentro de un complejo penitenciario y reformatorio juvenil en el oeste de Nepal, elevando a 30 la cifra de víctimas mortales por la ola de violencia que sacude al país. Según The Kathmandu Post, 149 presos y 76 menores intentaron una fuga masiva, lo que llevó a la Policía Armada a abrir fuego, dejando además siete heridos.
La crisis en Nepal comenzó esta semana por protestas violentas contra la prohibición gubernamental de 26 redes sociales, medida que la juventud nepalí interpretó como un ataque a la libertad de expresión. Causando al menos 25 muertos, entre ellos Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del ex primer ministro Jhalanath Khanal, fallecida en el incendio de su residencia.
Durante las revueltas los manifestantes incendiaron edificios oficiales, residencias de ministros, incluida la casa privada del dimitido primer ministro K.P. Sharma Oli, y las oficinas del mayor grupo de prensa nacional.
La violencia también provocó fugas masivas en cárceles de todo el país, con un estimado de mil 500 reclusos prófugos. Entre ellos, el líder opositor Rabi Lamichhane fue liberado junto a cientos de presos en Katmandú, en un episodio que reflejó la magnitud del caos político y social que atraviesa Nepal.
