Anthony Edwards, escolta de los Timberwolves de Minnesota, ha vuelto a ser noticia por razones ajenas a su rendimiento en la duela. La NBA le impuso una multa de 50.000 dólares debido a un gesto obsceno y comentarios inapropiados dirigidos a un aficionado, según informó la propia liga. El incidente ocurrió durante el tercer cuarto del juego, cuando Edwards defendía a su compañero Rudy Gobert, quien era abucheado desde las gradas.
Sentado en la mesa de anotaciones tras un tiempo muerto, Edwards respondió a los gritos del público en defensa de Gobert, exclamando inicialmente que su compañero había recibido “200 millones de dólares” y rectificando de inmediato a “¡300 millones!”, en un intento de reivindicar su valor. La escena escaló rápidamente con un comentario lascivo y un gesto obsceno, lo cual quedó grabado y circuló en redes sociales.
Este no es el primer comportamiento cuestionable del jugador. Edwards ya había sido sancionado anteriormente por lenguaje soez en entrevistas, gestos ofensivos durante los partidos y por demorarse en abandonar el campo tras ser expulsado. Estas acciones han provocado que la suma de sus multas alcance los 320.000 dólares en lo que va de la temporada.
La más reciente penalización se anunció horas antes del segundo juego de la serie contra los Lakers, lo que agrega tensión a una eliminatoria clave para ambos equipos. Aunque su talento es indiscutible, las constantes infracciones empiezan a opacar su protagonismo en la duela.
Con la postemporada en juego, la conducta de Anthony Edwards se vuelve una distracción que podría tener consecuencias no solo financieras, sino también deportivas para Minnesota. El equipo necesitará que su escolta estrella se enfoque en el juego y no en las polémicas.