Marcus Smart vivió una jornada de contrastes en la reciente victoria de los Lakers sobre Utah. Por un lado, la NBA anunció una penalización económica de 35 mil dólares tras el gesto ofensivo (dedo medio) que el jugador mostró a un árbitro durante el descanso del juego del jueves. Por otro lado, su actuación deportiva fue vital para la remontada de Los Ángeles, anotando 17 puntos totales, incluyendo tres triples fundamentales en el último cuarto que sellaron el triunfo 143-135.
El incidente ocurrió en un momento de alta tensión, con los Lakers perdiendo 78-73. La frustración de Smart derivó en una falta técnica que obligó a su equipo a conceder un punto gratuito al inicio de la segunda mitad. Este tipo de desplantes ya forman parte de su historial, recordando la multa recibida en 2017 por un gesto idéntico hacia la grada durante los playoffs. Sin embargo, su capacidad para recuperarse mentalmente y liderar el cierre del partido subrayó su importancia jerárquica en el grupo.
Con 12 años de experiencia en la liga, Smart está promediando 10.6 unidades y 1.6 robos por encuentro. Su llegada a los Lakers ha servido para apuntalar una defensa que suele flaquear, convirtiéndose en titular en la mayoría de sus presentaciones. No obstante, el desafío para el escolta aumenta este sábado, ya que el equipo llega sumamente debilitado para enfrentar a sus vecinos, los Clippers, debido a múltiples bajas en el roster titular.
La profundidad de la banca de los Lakers será puesta a prueba tras confirmarse que Austin Reaves, Deandre Ayton y Rui Hachimura no verán acción. Reaves sigue lidiando con su pantorrilla izquierda, mientras que Ayton y Hachimura presentan molestias en el codo e ingle, respectivamente. Esta situación obliga a Smart a mantener la cabeza fría y liderar el ataque junto a las estrellas restantes, evitando cualquier conflicto adicional con los jueces.
El balance de la semana para Smart deja una lección costosa pero valiosa: la intensidad es su mayor virtud y su peor defecto. Mientras los Lakers celebran un triunfo importante en Salt Lake City, la directiva espera que la multa de 35,000 dólares sea el último distractor en una temporada donde las lesiones ya están cobrando factura. El próximo reto en el Crypto.com Arena determinará si el veterano puede mantener el control bajo presión.







