Denny Hamlin sumó una nueva página dorada a su carrera en NASCAR con una victoria dramática en Dover. La experiencia fue clave en una jornada marcada por el calor abrasador, un retraso por lluvia y el asedio de jóvenes competidores. Nada detuvo al veterano de Joe Gibbs Racing, quien consiguió su cuarto triunfo del año.
El piloto del Toyota número 11 volvió a brillar en el Monster Mile, donde ya suma tres conquistas, dos de ellas consecutivas. En esta ocasión, se impuso con neumáticos desgastados y tras un descanso forzado que lo obligó a cambiar de traje por las altísimas temperaturas dentro del coche.
Mientras enfrenta una disputa legal entre su equipo 23XI Racing y NASCAR, Hamlin mantiene la mirada en lo deportivo. “Me importan las victorias, no los títulos”, declaró, reafirmando su deseo de quedar entre los diez máximos ganadores en la historia. Con 58 triunfos, está muy cerca de lograrlo.
El cierre de carrera fue vibrante. Chase Briscoe, su compañero, casi lo supera, pero Hamlin defendió con autoridad. Detrás quedaron Alex Bowman y Kyle Larson, confirmando el dominio de JGR y Hendrick Motorsports. Hamlin ya es el 19º piloto en ganar tres veces en Dover y sigue tomando lecciones de leyendas como Truex y Jimmie Johnson. Su compromiso y capacidad para evolucionar lo mantienen como figura vigente de la categoría reina del automovilismo estadounidense