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Nahuel Guzmán se robó los reflectores en el Clásico Regio, pero no precisamente por sus atajadas. En la jugada del penal a favor de Rayados, sancionado por falta sobre Nelson Deossa, el arquero de Tigres realizó una insólita maniobra que rozó los límites del reglamento: se posicionó dándole la espalda a Sergio Ramos, extendiendo sus brazos y brincando sobre la línea de gol.

La Regla 14 es clara respecto al comportamiento del portero durante la ejecución de un penalti: debe permanecer sobre la línea de gol, entre los postes, de frente al ejecutante y sin hacer movimientos que alteren el desarrollo del tiro antes de que el balón sea golpeado.

La escena generó una fuerte discusión entre Guzmán y Ramos. El defensor español le anticipó que cobraría el penal a lo Panenka, provocando aún más el retador espectáculo del portero felino, quien insistía en desconcentrarlo.

A pesar del show de Guzmán, Sergio Ramos mantuvo la calma y, fiel a su estilo, convirtió con clase el penal en el costado derecho de la portería. Sin embargo, el gol no fue suficiente para evitar la derrota de Rayados, ya que Tigres se impuso 2-1 en este intenso duelo de la jornada 15.

Más allá del resultado, quedó la incógnita sobre una posible sanción para Guzmán, dado que sus acciones contravienen las normas del juego. La controversia suma otro capítulo a la rivalidad regia, dejando abierto el debate entre aficionados y especialistas.