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El fichaje de Luca di Montezemolo por parte de McLaren Group Holdings ha sacudido las estructuras más puristas de la Fórmula Uno. El hombre que guió a Ferrari durante sus años de gloria en la era Schumacher, ahora forma parte de su eterno rival británico, en una jugada que pocos habrían imaginado.

Montezemolo inició su carrera con Ferrari hace más de cinco décadas, cuando ingresó como asistente de Enzo Ferrari en 1973. Tras asumir como director del equipo, lideró una era que devolvió a la escudería italiana a la cima del automovilismo, con múltiples títulos y una hegemonía difícil de igualar.

Por eso sorprende tanto su incorporación a McLaren, un equipo con el que Ferrari ha librado batallas épicas. En 2007, ambas escuderías estuvieron en el centro del escándalo “Spygate”, que terminó en una sanción histórica para McLaren. Hoy, ambas marcas siguen compitiendo, pero desde estructuras y objetivos corporativos distintos.

La presencia de Montezemolo en la nueva junta de McLaren no implica funciones deportivas, sino estratégicas dentro de McLaren Automotive, el brazo automotriz de la firma con sede en Woking. Sin embargo, el simbolismo de su presencia no ha pasado desapercibido, especialmente en Italia.

El nombramiento refleja la globalización y evolución del sector, donde las viejas lealtades han dado paso a alianzas inesperadas. Montezemolo asegura que su amor por Ferrari permanece intacto, pero su firma ahora también impulsa el futuro de McLaren.