Este viernes, Jared Kushner, yerno de Donald J. Trump, reveló que está cerca de finalizar significativos acuerdos de desarrollo inmobiliario en Albania y Serbia. Este anuncio es un indicativo más de las actividades comerciales internacionales de la familia del expresidente, incluso mientras Trump contempla un regreso a la presidencia.
Kushner, quien desempeñó un papel clave en la Casa Blanca durante la presidencia de Trump, indicó que los acuerdos en los Balcanes emergieron gracias a las conexiones establecidas en ese periodo. Colabora en estos acuerdos con Richard Grenell, antiguo director interino de inteligencia nacional y embajador en Alemania bajo la administración Trump, con un rol destacado en las relaciones con los Balcanes.
Un proyecto propuesto pretende transformar una isla albanesa en un lujoso destino turístico. Otro en Belgrado, Serbia, contempla el desarrollo de un hotel de lujo, 1.500 unidades residenciales y un museo en el sitio del antiguo cuartel general del ejército yugoslavo, destruido en 1999 durante bombardeos de la OTAN.
Estos proyectos implican negociaciones con los gobiernos locales, dado que las tierras están bajo su control. Un tercer desarrollo en Albania contempla la construcción de hoteles y villas en una zona costera de 1.000 acres en la península de Zvërnec.
Kushner gestiona estos proyectos a través de Affinity Partners, su firma de inversión, respaldada por 2.000 millones de dólares del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, entre otros inversores internacionales. Aunque aún no se ha confirmado, hay posibilidad de que los fondos sauditas participen en estos desarrollos en los Balcanes.
«Estamos emocionados», declaró Kushner, aclarando que, aunque los acuerdos no están finalizados, están avanzando significativamente.
Tras dejar la Casa Blanca, Kushner fundó Affinity Partners, beneficiándose de las relaciones forjadas durante su tiempo como asesor presidencial, especialmente con figuras clave en Medio Oriente.
Estas inversiones en los Balcanes parecen beneficiarse también de las conexiones de Grenell, quien jugó un papel en mejorar las relaciones entre Serbia y Kosovo, involucrando indirectamente a Albania.
Robert Weissman, presidente de Public Citizen, criticó estos planes de inversión por considerarlos poco éticos y problemáticos, especialmente ante la posibilidad de un regreso de Trump al poder. Los negocios internacionales de la familia Trump ya fueron motivo de controversia durante su presidencia, con acusaciones de conflictos de interés y beneficios indebidos.
Desde su salida de la Casa Blanca, Trump también ha participado en proyectos de desarrollo en Omán, con vínculos con el sector inmobiliario saudí, lo que continúa generando debate sobre las intersecciones entre negocios y política en la familia Trump.
Con información del New York Times.