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El Inter Miami visitó al Columbus Crew, pero el partido tuvo que trasladarse a un escenario mayor. La presencia de Messi provocó tanto interés que se utilizó el Huntington Bank Field, estadio de los Cleveland Browns de la NFL, donde 60,164 personas asistieron, marcando un récord en el inmueble para eventos no relacionados con el fútbol americano.

En la cancha, el protagonismo lo tomó Benjamín Cremaschi, quien anotó el único gol del partido con un cabezazo tras un pase preciso de Marcelo Weigandt. A pesar de que Messi no marcó, jugó los 90 minutos y contribuyó al triunfo por 0-1 de su equipo en suelo neutral.

La capacidad de Messi para atraer multitudes ha sido evidente desde su llegada a la MLS. Esta fue la segunda vez en la temporada y la novena en total que Inter Miami jugó ante más de 60 mil espectadores fuera de casa. Cada partido se transforma en un fenómeno mediático y de taquilla.

No solo Columbus ha experimentado este “Messi Effect”. Chicago Fire batió su récord de público con 62,358 asistentes; New England Revolution hizo lo mismo con 65,612; y Sporting Kansas City alcanzó los 72,610 aficionados. La fiebre por Messi se siente en todo Estados Unidos.

Inter Miami es ya el equipo más taquillero de la MLS, pero el impulso viene especialmente de un solo jugador: Lionel Messi. Su influencia va más allá del fútbol. Donde juega, la ciudad se paraliza, el estadio se llena y el espectáculo está garantizado. El fenómeno Messi sigue arrasando.