El médico Salvador Plasencia, uno de los cinco acusados por la muerte del actor Matthew Perry, se declaró culpable de cuatro cargos por distribución ilegal del anestésico controlado ketamina y enfrenta una condena de hasta 40 años de cárcel.
Ante el Tribunal de Distrito de Los Ángeles, el doctor de California admitió haber inyectado la sustancia a Perry en su domicilio y en un estacionamiento de Santa Mónica, en las semanas previas a su muerte por sobredosis en octubre de 2023.
Las investigaciones arrojaron que Plasencia obtuvo el medicamento de otro médico, Mark Chávez, de San Diego, quien ya se ha declarado culpable junto a otros dos acusados.
La quinta acusada, conocida como la “reina de la ketamina” entre sus clientes, ha sido acusada de suministrar la dosis que mató al actor de la serie “Friends”, pero ella se ha declarado inocente y será enjuiciada en agosto.