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La mala fortuna volvió a golpear a J.J. McCarthy, mariscal de campo de los Minnesota Vikings. El novato sufrió un esguince de tobillo alto en el duelo ante los Atlanta Falcons, lesión que lo marginará de dos a cuatro semanas. El golpe se produce apenas unas semanas después de haber iniciado como titular en la NFL tras perder todo 2024 por lesión de rodilla.

El entrenador Kevin O’Connell confirmó que Carson Wentz será el quarterback titular contra los Bengals. Firmado en agosto, el veterano llega con recorrido en seis equipos distintos y la confianza del staff técnico, que valoró su adaptación al sistema ofensivo durante los entrenamientos recientes.

McCarthy había mostrado altibajos en sus primeros juegos como profesional. Más allá de su brillante remontada contra Chicago en la Semana 1, sus estadísticas reflejan dificultades: apenas 301 yardas, dos touchdowns y tres intercepciones, con el balón retenido demasiado tiempo en promedio.

El golpe físico y anímico para Minnesota no se limita a la baja del mariscal. Aaron Jones también está en duda por molestias musculares, y jugadores clave como Harrison Smith, Christian Darrisaw y Jeff Okudah enfrentan distintos problemas físicos o protocolos médicos.

La franquicia apostaba a que 2025 fuera el año de aprendizaje para McCarthy, pero el desarrollo deberá esperar. Mientras tanto, Wentz asume el reto de liderar un equipo que busca mantenerse competitivo en una campaña marcada por la incertidumbre.