Las ciudades escocesas de Edimburgo y Aberdeen fueron escenario para las manifestaciones de inconformidad por la visita del presidente Donald Trump a su país.
Alrededor de mil 500 personas se concentraron frente al consulado de Estados Unidos en Edimburgo, convocadas por “Stop Trump”, movimiento que agrupa a sindicatos, colectivos feministas, organizaciones climáticas y simpatizantes con Palestina.
La multitud portó pancartas con leyendas como “Trump no es bienvenido”, Detengan a Trump” o “Donald Trump Dictador”, junto a banderas de palestina y referencias al caso Jeffrey Epstein.
La visita no oficial fue anunciada con poco tiempo de antelación, pero según Jack Nevin, uno de los organizadores, se consiguió reunir “una coalición diversa para mostrar que Trump no es bienvenido en Escocia”.
En Aberdeen, otra manifestación reunió a decenas en el centro de la ciudad, en un acto con discursos de activistas climáticos y defensores de la diversidad sexual; algunos también portaban banderas palestinas.
En esta ciudad se prevé que las protestas se mantengan hasta el próximo martes, cuando el mandatario estadounidense inaugure un segundo campo de golf en su complejo Trump International.