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El estadio sevillano de La Cartuja se prepara para un nuevo capítulo de la historia del fútbol español: Real Madrid y Barcelona se enfrentarán por octava vez en una final de Copa del Rey. Este esperado duelo tendrá lugar el día de mañana sábado, marcando otro clásico lleno de emociones que remonta sus raíces hasta 1936.

Ambos clubes avanzaron a la final tras superar difíciles semifinales: el Real Madrid eliminó a la Real Sociedad, mientras que el Barcelona hizo lo propio con el Atlético de Madrid. Con sus eternos rivales al frente, el espectáculo está garantizado en esta nueva edición del Clásico.

La historia en finales coperas entre ambos marca una ligera ventaja para los blancos, con cuatro triunfos (1936, 1974, 2011 y 2014) frente a tres para el conjunto culé (1968, 1983 y 1990). En este siglo, los madridistas han sido superiores en finales, ganando ambas disputas decisivas.

Carlo Ancelotti llega al partido con una presión especial, ya que sus antecedentes recientes frente al Barça no son alentadores: dos duras derrotas por 4-0 en el Bernabéu y 5-2 en Arabia Saudita. Esta final representa una oportunidad crucial para cambiar la narrativa.

La rivalidad no solo es histórica, sino que también está marcada por el palmarés: el Barcelona lidera con 31 Copas del Rey, seguido del Real Madrid con 20. En Sevilla se jugará más que un trofeo: se definirá otra página dorada en la historia del fútbol español.