El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso a su homólogo estadounidense, Donald Trump, actuar como mediador entre Estados Unidos y Venezuela, en medio de la escalada militar en el Caribe que ha generado preocupación en América Latina.
La oferta fue planteada durante una reunión bilateral en Malasia, centrada originalmente en los aranceles impuestos por Washington. Aunque Trump había descartado discutir el tema venezolano, Lula insistió en abordarlo por su impacto regional y advirtió que una posible intervención militar podría desestabilizar la región y afectar directamente a Brasil.
El mandatario brasileño criticó el despliegue del portaaviones Gerald Ford y los ataques estadounidenses contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico, calificando estas acciones como un riesgo para la soberanía regional. “Si la moda cala, cualquiera podría invadir el territorio del otro. Es ruín”, declaró.
Desde Washington, el asesor de Seguridad Nacional Stephen Miller justificó las operaciones al afirmar que los narcotraficantes son considerados “terroristas”, mientras Trump advirtió que “la tierra será lo siguiente”, sin detallar los países involucrados.
El Pentágono confirmó que la movilización forma parte de una directiva presidencial para combatir el narcoterrorismo y las organizaciones criminales transnacionales, con buques, cazas F-35B, aeronaves P-8 y drones MQ-9 operando desde Puerto Rico.
En Brasil, el Gobierno de Lula reiteró su apuesta por el diálogo y el respeto a la soberanía, subrayando que su propuesta de mediación busca evitar que la crisis derive en un conflicto regional.






















