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Las constantes variaciones en la temperatura y en las precipitaciones, como consecuencia del calentamiento global, provocarán efectos adversos sobre el crecimiento económico del país, advirtió el director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Armando Sánchez Vargas.

Estos efectos, abundó, se irán agudizando hacia finales del siglo XXI si no se toman medidas urgentes.

Durante el Seminario de los Avances de Investigación (SAVI) 2024, en el que el mencionado instituto organizó una sesión especial en ocasión del Día de la Tierra, manifestó: las proyecciones de crecimiento económico para México son poco alentadoras, considerando los diferentes escenarios climáticos hasta el año 2100. 

Tras presentar algunos de los resultados más significativos de su investigación realizada hace dos años -publicados en el libro “Efectos del cambio climático en el crecimiento económico en México”-, apuntó que se plantea que el impacto del deterioro ambiental se manifestará con mayor intensidad en algunos estados debido a la heterogeneidad entre regiones, la vulnerabilidad de la población y los niveles de inversión y empleo en cada entidad. 

Aseguró que existe una relación histórica entre temperatura, producto interno bruto (PIB) per cápita y tasa de crecimiento, donde se observa una relación inversa entre los eventos meteorológicos extremos y la actividad económica; es decir, a mayores temperaturas el ingreso per cápita registra menores valores. 

“Los fenómenos meteorológicos extremos de temperatura y precipitación están registrando un efecto negativo y estadísticamente significativo en el crecimiento económico y, en consecuencia, en el bienestar de los países y de los individuos”, comentó.

Sánchez Vargas añadió que los impactos del cambio climático son heterogéneos entre las regiones, y las comunidades menos desarrolladas generalmente han sido las más vulnerables ante los embates de los eventos extremos.

El director indicó que el cambio climático altera de forma negativa al sector primario, el cual tiene una alta dependencia de las condiciones climáticas.

“Todos sabemos que actividades como la agricultura, la ganadería o la pesca están estrechamente asociadas a las temperaturas, que se han convertido un insumo necesario para la producción”, enfatizó.

Destacó que el calentamiento global también tiene impactos negativos en los sectores industrial, comercial y de servicios, aunque en estos casos las consecuencias de los sucesos extremos operan de manera diferente, toda vez que las principales repercusiones tienen que ver con la productividad laboral.