En un giro inesperado, los Dodgers de Los Ángeles se convirtieron en protagonistas fuera del diamante. El equipo negó el ingreso a agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, marcando su primera acción pública frente a las redadas migratorias que han generado una ola de protestas en la ciudad californiana.
La tensión creció luego de que medios locales y fanáticos criticaran el silencio del club ante las detenciones que han sacudido a comunidades latinas. La publicación de los Dodgers en X, confirmando la negativa a ICE, desató una reacción masiva en redes, especialmente entre su base de seguidores hispanos.
El Departamento de Seguridad Nacional aclaró que los vehículos de la Patrulla Fronteriza solo estuvieron brevemente en el área, sin relación con alguna operación específica. Sin embargo, el simbolismo de la acción fue suficiente para que manifestantes exigieran una postura clara del equipo angelino.
Referentes como Enrique “Kike” Hernández, puertorriqueño y figura del equipo, alzaron la voz desde días atrás. Su mensaje en redes sociales condenando los abusos migratorios recibió respaldo unánime en el estadio, donde fue ovacionado al tomar turno al bate.
El club prometió anunciar medidas en apoyo a la comunidad migrante. Mientras tanto, otras franquicias como LAFC y Angel City FC también han manifestado su apoyo. El béisbol, más allá de las estadísticas, volvió a reflejar la lucha social de una ciudad profundamente diversa.