La disputa entre Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain llegó a los tribunales franceses este lunes 17 de noviembre para resolver el litigio por el salario y las primas no pagadas al delantero. El jugador presentó una demanda que asciende a 260 millones de euros. Este monto inicial se desglosa en varias cifras, incluyendo 55 millones pendientes de su último año de contrato, más indemnizaciones por despido sin causa, prima de fichaje con ganancias dudosas y trabajo disimulado.
La defensa del PSG gira en torno a un supuesto acuerdo verbal. El club afirma que Mbappé se comprometió a renunciar a los 55 millones de euros pendientes de su salario para evitar un perjuicio económico a la institución tras su salida como agente libre. Según el club, este pacto se alcanzó antes de que comenzara su última temporada, como condición para que el jugador se reintegrara a la dinámica del equipo.
Sin embargo, Mbappé niega categóricamente haber llegado a este acuerdo presentado por el equipo en la corte, a pesar de que en enero de 2024 declaró que un pacto con el presidente protegía a todas las partes, fuera cual fuera su decisión final. El futbolista argumenta que fue el club quien decidió unilateralmente no pagarle el dinero.
Ante el reclamo de Mbappé, el PSG ha lanzado un contragolpe exigiendo 60 millones de euros por daños y perjuicios. Además, el club exige otros 180 millones de euros basándose en la «pérdida de oportunidad». En total, el PSG reclama 240 millones de euros.
Esta figura legal, la «perte de chance», permite al PSG reclamar el valor de su inversión, argumentando que la partida gratuita del jugador les impidió aceptar una oferta de 300 millones de euros que el Al Hilal había puesto sobre la mesa en julio de 2023. La resolución de este complejo caso se espera para el martes 16 de diciembre.

















