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Lindsey Vonn volvió a brillar en el esquí alpino al alcanzar el podio en la Copa del Mundo en Sun Valley, consiguiendo el segundo puesto en el Super-G. A sus 40 años y tras seis años de retirada, la esquiadora estadounidense demuestra que su talento sigue intacto. Su regreso ha sido una de las mayores sorpresas de la temporada.

Vonn ya había mostrado señales de competitividad en su retorno a las pistas, con un cuarto lugar en St. Anton, Austria, en enero. Sin embargo, esta vez logró lo que tanto buscaba: un podio que confirma su vigencia en el esquí de alto nivel.

La suiza Lara Gut-Behrami dominó la prueba y se llevó el Globo de Super-G con un tiempo de 1:12.35, seguida de Vonn, quien quedó en 1.29 segundos. La italiana Federica Brignone quedó tercera, reafirmando su gran temporada.

Más allá del resultado, el mensaje de Vonn es claro: la edad no es un límite cuando hay pasión y determinación. «Me dijeron que no podía, que era demasiado mayor, pero aquí estoy», expresó con orgullo.

Con este resultado, Vonn reafirma su intención de competir en los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina 2026, donde podría poner el broche de oro a su carrera legendaria.