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Los 32 líderes de la OTAN acordaron aumentar el gasto en defensa tras la presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y reiteraron su compromiso de acudir en ayuda de otro aliado en caso de ataque.

Los aliados se comprometieron a invertir 5% del PIB anual “en necesidades básicas de defensa, así como en gastos relacionados con la defensa y la seguridad para 2035, para garantizar nuestras obligaciones individuales y colectivas”.

España ya había anunciado que no puede cumplir con el objetivo, y otros han expresado reservas, pero el compromiso de inversión incluye una revisión del gasto en 2029 para monitorear los avances y reevaluar la amenaza de seguridad que representa Rusia.

Y es que el aumento del gasto requiere que cada país gaste miles de millones de dólares.

En tanto, los líderes también subrayaron “que un ataque a uno es un ataque a todos”. “Juntos, los aliados han sentado las bases para una OTAN más fuerte, más justa y más letal”, dijo el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a los periodistas después de presidir la reunión en La Haya. “Esto impulsará un salto cuántico en nuestra defensa colectiva”.