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El Papa León XIV tomó posesión este domingo 25 de mayo de la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma, como obispo de la ciudad.

Durante su homilía, el pontífice volvió a citar a San Agustín para expresar la que será su total entrega: «ofrezco todo lo poco que tengo y que soy”.

León XIV, miembro de la orden de los Agustinos, llegó a la que es la catedral de la ciudad para la ceremonia de posesión de la catedral de Roma, tras detenerse para un homenaje del alcalde de la capital, Roberto Gualtieri, a los pies de la escalinata del Campidoglio, la sede del ayuntamiento.

Es San Juan de Letrán donde cada nuevo Papa acude tras su elección para tomar posesión de la silla episcopal. La ceremonia comenzó ante el imponente trono elevado de época del Papa León X, ubicado en uno de los ábsides de la basílica, junto al cardenal vicario de Roma, Baldassare Reina.

Luego se desarrolló el rito de obediencia, en el que participaron representantes de la Iglesia: obispos, párrocos, frailes, monjas y familias de la diócesis romana. 

Allí, el Papa pronunció la fórmula tradicional para asumir su función como obispo. Recordó su papel de pastor del “rebaño de Cristo”.

Tras la ceremonia en Letrán, León XIV tenía previsto desplazarse a la Basílica de Santa María la Mayor, también en Roma, donde está enterrado su predecesor, Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años, para rezar ante el icono de María Salus Populi Romani, muy venerado por los romanos, antes de regresar al Vaticano.

Con esta celebración concluyen los ritos de inicio del pontificado, que incluyeron también una visita a la Basílica de San Pablo Extramuros.