El Papa León XIV presidió la ordenación de once nuevos sacerdotes en una misa en la Basílica de San Pedro. La ceremonia comenzó con los nuevos ordenados vestidos completamente con paramentos blancos y siendo llamados por su nombre: “Aquí estoy”, respondieron todos.
En su homilía, el Papa les instó a “reconstruir la credibilidad” de la iglesia y ponerse al servicio del “mundo real y no buscar otros poderes”.
“Juntos reconstruiremos la credibilidad de una Iglesia herida, enviada a una humanidad herida, dentro de una creación herida. No importa ser perfectos, pero es necesario ser creíbles”, sostuvo el pontífice.
Tras la homilía, los ordenados pronunciaron sus compromisos y después pasaron uno a uno ante León XIV, arrodillándose para prometer “filial respeto y obediencia” a él y sus futuros sucesores.
En el rito se consagraron 11 nuevos sacerdotes, 7 formados en el Pontificio Seminario Mayor y 4 del colegio Redemptoris Mater.