Las Vegas Aces reafirmaron su supremacía en la WNBA tras conquistar su tercer campeonato en cuatro años, al superar 97-86 a las Phoenix Mercury y barrer la serie 4-0 en las primeras Finales al mejor de siete juegos en la historia de la liga. La escuadra de Becky Hammon no dejó dudas: su dominio es total.
La MVP de las Finales, A’ja Wilson, lideró el triunfo con 31 puntos, guiando a su equipo a una actuación que quedará registrada como una de las más dominantes de la era moderna. “Es increíble. Esto es parte de una dinastía que queremos seguir construyendo”, dijo la jugadora al recibir el trofeo.
A pesar de un inicio irregular de temporada —con récord de .500 en agosto—, las Aces remontaron con una espectacular racha de 16 victorias seguidas, que les devolvió la confianza y el segundo puesto general. En la postemporada, su temple se impuso en cada serie hasta llegar a una final impecable.
Para Hammon, el éxito tiene un nombre: trabajo en equipo. “El mérito es de las jugadoras. Ellas hicieron todo el trabajo”, reconoció la entrenadora, quien desde su llegada ha construido un grupo sólido y comprometido.
Con este nuevo título, Las Vegas no solo revalida su dominio, sino que se consolida como una dinastía moderna, capaz de superar momentos difíciles y mantener una mentalidad ganadora.