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La posibilidades de Red Bull de seguir con la «pole position» del mundo de la Fórmula 1 enfrenta una posible amenaza debido a la potencial salida del director del equipo, Christian Horner.

Para el equipo de Red Bull, arrancar con éxito el año 2024 es imperativo para seguir dominando las carreras con sus pilotos estrella, Max Verstappen y Sergio Pérez.

No obstante, la cohesión interna del equipo se vio afectada por las denuncias contra el Horner quien ha liderado el proyecto desde 2005.

La reunión para resolver las acusaciones en su contra tendrá lugar el viernes. De confirmarse conductas indebidas hacia una empleada, su futuro podría estar en juego.

La eventual salida de Horner representaría un duro revés para el equipo, ya que podría implicar también la partida de Adrian Newey, el ingeniero detrás del diseño del RB19, uno de los coches más exitosos de la era híbrida. Los contratos de Horner y Newey están interconectados, lo que complica la situación.

Jonathan Wheatley, director de operaciones del equipo, emerge como posible sucesor. Mientras, Horner y Newey podrían considerar opciones en Ferrari o Aston Martin.

Además, se ha expuesto un conflicto interno por el control de decisiones dentro del equipo entre Helmut Marko, asesor del equipo, y Horner, con Marko mostrando preferencias hacia ciertos pilotos.