Lenia Batres Guadarrama tomó posesión como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y criticó fuertemente al tribunal supremo del país. Acusó a la Corte de exceder sus límites y concentrarse en casos de gran relevancia política que perjudican el orden público y el interés general.
En presencia de los demás ministros, Batres Guadarrama señaló que la Corte ha cometido abusos que muestran una subordinación de la Constitución a la Suprema Corte, en vez de lo contrario. Hizo referencia a comentarios entre litigantes que reflejan esta percepción: «Lo que la Suprema Corte dictamine sobre la Constitución”, y no al revés.
Argumentó que la SCJN debe evitar tomar “decisiones anticonstitucionales” bajo la falsa premisa de que son irrefutables.
Reconoció la necesidad de una instancia final en los juicios, pero no a expensas de colocar las decisiones de la Suprema Corte o su jurisprudencia por encima de la Constitución o las leyes mexicanas y refirió la importancia de evitar estos excesos.
Afirmó que, a pesar de que la Suprema Corte pueda anular leyes por mayoría calificada, no debería prevalecer sobre la Constitución si actuara como un verdadero tribunal constitucional.
Batres Guadarrama enfatizó que una evaluación seria y moderada llevaría a la Suprema Corte a limitarse y acatar la jerarquía normativa auténtica del país.
Asignada a la Segunda Sala de la Suprema Corte, la ministra advirtió que subestimarla por sus raíces en el pueblo mexicano es no reconocer la fuerza y grandeza que ello representa.