La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, dimitió este martes tras las fuertes críticas durante su comparecencia ante un comité de la Cámara de Representantes sobre el intento de asesinato contra Donald Trump, ocurrido en Pensilvania.
En dicha comparecencia, Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia y aseguró que están cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
Sin embargo, desde el Congreso hubo diversos llamados bipartidistas para que renunciara e incluso legisladores republicanos han presionado para que se le someta a un juicio político.
La molestia de los legisladores se acrecentó luego de que durante su comparecencia ante el Comité de Supervisión, Cheatle no estuvo dispuesta a responder a muchas de las preguntas.
Cheatle fue designada por el presidente Joe Biden para dirigir el Servicio Secreto en 2022.
A medida que se ha sabido más sobre las circunstancias del intento de ataque, el Servicio Secreto ha sido cuestionado sobre cómo llevó a cabo su protección de Trump ese día, incluyendo el fracaso en controlar el acceso a la azotea y cómo la agencia manejó la información, transmitida por la policía local antes del tiroteo, que identificó al posible asesino como una persona que actuaba de manera sospechosa en los alrededores del lugar de la manifestación.