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El movimiento más mediático de la pretemporada ya es oficial: Kevin Durant y los Houston Rockets firmaron una extensión por dos años y 90 millones de dólares, que incluye una opción de jugador para la campaña 2027-28. La decisión, según su agente Rich Kleiman, busca asegurar la estabilidad del proyecto texano a largo plazo.

Durant, que llegó a Houston como parte de un megacanje entre siete franquicias, renunció a cerca de 30 millones del tope salarial para permitir a los Rockets construir un equipo competitivo. Con esta renovación, el alero alcanza los 598.2 millones de dólares en ganancias de carrera, superando el récord histórico de LeBron James.

El impacto del jugador ha sido inmediato. Desde su arribo, los Rockets pasaron de ser una promesa joven a un contendiente real en el Oeste, gracias a la combinación de Durant con Alperen Sengun y Amen Thompson, bajo la dirección técnica de Ime Udoka.

La temporada pasada, Durant mantuvo su consistencia ofensiva con 26.6 puntos por juego, además de liderar la NBA en tiros de media distancia. Su capacidad para crear espacio y anotar en aislamiento complementa a un equipo que mejoró notablemente su producción en ataque.

Mientras los Rockets blindan su futuro, Durant continúa ascendiendo en la historia. Está a menos de 1,000 puntos de superar a Wilt Chamberlain y Dirk Nowitzki, consolidando su lugar entre los diez máximos anotadores de todos los tiempos.