El ultraderechista José Antonio Kast ganó la elección presidencial de Chile con 58.17% de los votos, frente al 41.83% obtenido por la candidata de izquierda Jeannette Jara. Su victoria representa el regreso de un político identificado con el pinochetismo a La Moneda desde el retorno a la democracia en 1990.
Las celebraciones comenzaron minutos después del cierre de las urnas, con bocinazos y concentraciones de simpatizantes republicanos en distintos puntos del país, entre ellos la comuna de Providencia, donde se instaló un escenario para festejar el triunfo.
Kast, abogado de 59 años, asumirá la presidencia en marzo próximo.
Su proyecto político se inscribe en la tradición de la derecha chilena vinculada al modelo neoliberal instaurado durante la dictadura de Augusto Pinochet. Entre sus principales propuestas destacan un ajuste fiscal de 6 mil millones de dólares, reducción de impuestos, desregulación económica, endurecimiento de la política migratoria con deportaciones masivas y mano dura contra el delito.
En su discurso de victoria, Kast agradeció el respaldo de otros sectores de derecha y reiteró que la seguridad y el orden serán ejes centrales de su gobierno.
“Sin seguridad no hay paz, sin paz no hay democracia y sin democracia no hay libertad”, afirmó, además de comprometerse a mejorar la educación y el empleo.
El triunfo de Kast, surgido de un movimiento con raíces en sectores que respaldaron la dictadura, reabre el debate sobre las heridas no resueltas del pasado reciente chileno. Además, genera preocupación por el retorno de retóricas autoritarias al poder. Su victoria lo coloca dentro del grupo de líderes de extrema derecha en América Latina.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum felicitó al pueblo chileno por una jornada “pacífica y democrática”. Expresó su confianza en que ambos gobiernos mantendrán la cooperación “por el bien de nuestros países y de la región”.










