Una jueza federal en Estados Unidos suspendió temporalmente la decisión del Gobierno de Donald Trump de revocar la autorización de la Universidad de Harvard para admitir estudiantes extranjeros, al considerar que dicha medida podría ser inconstitucional.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, había anulado el jueves la capacidad de Harvard para inscribir a alumnos internacionales, poniendo en riesgo el futuro de miles de estudiantes y los recursos económicos que estos representan para la institución.
La universidad respondió con una demanda, y la jueza Allison Burroughs, del tribunal federal de Massachusetts, emitió una orden que impide al gobierno implementar la revocación de la certificación SEVIS, el programa que permite la llegada de estudiantes y visitantes de intercambio, hasta que se realice una audiencia preliminar programada para el 29 de mayo.
Más del 25% del alumnado de Harvard está compuesto por estudiantes internacionales.
Su exclusión tendría un fuerte impacto financiero en la institución, que cobra decenas de miles de dólares al año en matrículas.
El presidente Trump ha mantenido una postura crítica hacia Harvard, acusándola de fomentar una ideología liberal progresista y de ser un “foco de antisemitismo”.
En respuesta a las tensiones, su administración amenazó con revisar los más de 9 mil millones de dólares en fondos federales asignados a la universidad. Actualmente, ya se ha congelado una primera partida que incluye 2 mil 200 millones de dólares en subvenciones y 60 millones en contratos gubernamentales. Además, el gobierno deportó recientemente a un investigador de la Facultad de Medicina.