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Un juez en Los Ángeles sentenció nuevamente a los hermanos Lyle y Erik Menéndez a 50 años de prisión o cadena perpetua, con lo que podrían comparecer ante una junta de libertad condicional.

La decisión sobre su posible liberación se tomará en una nueva audiencia en junio.

“Yo no estoy diciendo que deban ser liberados, no soy yo quien decide. Sí creo que han hecho bastante en los últimos 35 años y deberían tener esa oportunidad”, señaló el juez Michael Jesic.

Los abogados de los hermanos Menéndez de 57 y 54 años, también han argumentado que han sido rehabilitados después de cumplir más de 30 años de una sentencia de cadena perpetua por los asesinatos de sus padres en agosto de 1989 en Beverly Hills.

Tras conocer la nueva sentencia, Lyle dijo: “Cometí un acto atroz contra dos personas que tenían derecho a vivir, mi madre y mi padre”. “Hoy, 35 años después, estoy profundamente avergonzado de quién era”. 

Por su parte, Erik dijo que asume “plena responsabilidad” de lo que hizo: “Disparé las cinco rondas contra mis padres y volví para recargar. Mentí a la policía. Mentí a mi familia. Lo siento de verdad”.