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El cantautor Joan Manuel Serrat recibió el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024, en el que reivindicó los “valores democráticos”, la libertad y la justicia, sustituidos en un mundo donde ahora “todo tiene un precio”. Admitió que no le gusta este “mundo hostil, contaminado e insolidario”.

“A mí me gusta cantar y escribir canciones y no encuentro otra manera de darles sentidas gracias que cantando una canción”, dijo el artista catalán de 80 años en su discurso de aceptación del premio, en la gala de entrega de los galardones en la ciudad de Oviedo, en el norte de España.

Serrat, que se definió como un “señor mayor tirando a viejo” que durante el camino azaroso de la vida fue encontrando razones para seguir adelante y que “con el impulso de los sueños” ha llegado hasta aquí, lamentó que los valores democráticos y morales hayan sido sustituidos por “la avidez del mercado, donde todo tiene un precio”.

Tras señalar que quiere “dejar el recuerdo de un buen hombre, justo y agradecido”, Serrat señaló que no espera haber llegado hasta hoy para mostrar gratitud y afecto a quienes le regalaron amistad, compañía y consejo, pero que, por si acaso, sí quiso dar las gracias a sus maestros, compañeros y amigos, a su mujer, a sus padres, hijos y nietos.

“Gracias a los que desde hace casi 60 años han hecho suyas mis canciones y a todos los que desde los cuatro puntos cardinales se alegran conmigo al ver mi nombre unido a la rotunda lista de galardonados con este premio”, concluyó un artista que, según reconoció el jurado que le concedió el galardón, ha aunado el arte de la poesía y la música “al servicio de la tolerancia y los valores compartidos”.

Serrat, que abandonó los escenarios hace dos años, concluyó su discurso cantando, acompañado por un violín, una de sus canciones más reconocidas, ‘Pequeñas cosas’.