Los New York Jets han realizado un movimiento tardío en su staff de entrenadores tras la reciente debacle. El entrenador en jefe, Aaron Glenn, decidió destituir al coordinador defensivo, Steve Wilks, este lunes, en reacción directa a la catastrófica actuación del equipo en su visita a Jacksonville. La derrota por 48-20 ante los Jaguars expuso las graves deficiencias de la unidad defensiva, que permitió máximos de temporada en yardas y puntos.
Wilks, de 56 años, apenas había completado su primera campaña con la organización de Nueva York, pero la pobre performance de la defensa fue insostenible para la directiva y el cuerpo técnico. A pesar de que los Jets solo tienen un récord de 3-11, el cambio se produce con la intención de enviar un mensaje y evaluar opciones internas. La defensa, que fue pulverizada por 438 yardas en la última jornada, ocupa un deshonroso puesto 30 de la liga en puntos permitidos.
El nombramiento de Chris Harris, el actual entrenador de defensive backs y coordinador del juego aéreo, como coordinador defensivo interino, refleja una búsqueda interna de soluciones. Harris asumirá la responsabilidad de liderar la unidad durante los tres partidos finales, una especie de audición para un puesto que será muy codiciado al cierre de la temporada regular.
La salida de Steve Wilks añade otro cambio a una carrera que ha sido tan extensa como agitada. Antes de su breve paso por los Jets, Wilks había ocupado posiciones de entrenador en jefe con los Arizona Cardinals y, de forma interina, con los Carolina Panthers. Su currículum de coordinador defensivo incluye paradas importantes en San Francisco 49ers (2023), los Panthers (2022 y 2017) y los Cleveland Browns (2019), demostrando una gran movilidad desde que empezó a entrenar en 1995.
La defensa de los Jets es una de las peores de la liga, permitiendo un promedio de 337.4 yardas por partido (puesto 20). Sin embargo, el problema principal radica en la incapacidad para evitar anotaciones, con 28.4 puntos por encuentro en contra. Este cese es un reconocimiento de que el experimento Wilks fracasó y que la franquicia debe ahora enfocarse en una reconstrucción defensiva de cara a la próxima temporada.








