Saltar al contenido principal

El drama contractual entre Micah Parsons y los Cowboys ha generado revuelo en Dallas, pero para Jerry Jones, no hay motivos de alarma. El dueño de la franquicia aseguró que la disputa es parte del proceso, tras la publicación de Parsons pidiendo ser cambiado por desacuerdos en la negociación de una extensión de contrato.

Jones afirmó que las negociaciones ya se llevaron a cabo en primavera y que, según él, hay un acuerdo vigente. Sin embargo, Parsons no solo niega esa versión, sino que acusa al club de excluir a su representante legal, lo que llevó a romper la confianza entre ambas partes. Este desencuentro se suma a una larga lista de tensiones entre Jones y sus estrellas a lo largo de los años.

El defensivo aún no participa en los entrenamientos del campamento debido a molestias físicas, pero su presencia simbólica no ha pasado desapercibida. Salió del campo justo cuando Jones ofrecía una rueda de prensa de más de 15 minutos en la que intentó calmar las aguas.El conflicto estalla justo cuando Parsons busca asegurar su futuro como uno de los jugadores mejor pagados de la NFL.

Su producción lo respalda, con números de élite en sus primeras temporadas. Pero Jones se muestra firme en no ceder el control del proceso, insistiendo en que ambos deben ser parte central de cualquier ajuste.

Pese a las tensiones, la afición se ha volcado con Parsons, exigiendo que lo compensen como merece. La incertidumbre crece sobre su disponibilidad para el debut ante Eagles, pero Jones, confiado, aseguró: “En toda relación hay altibajos. Esto pasará”.