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Los Cincinnati Bengals han asegurado la continuidad de su potente ofensiva al firmar extensiones de contrato con sus dos receptores estelares, Ja’Marr Chase y Tee Higgins, por cuatro años cada uno. Según informes, Chase acordó un contrato de 161 millones de dólares, con 112 millones garantizados, mientras que Higgins firmó por 115 millones, garantizados en los dos primeros años.

Estas extensiones no solo aseguran la permanencia de ambos jugadores en Cincinnati, sino que también establecen nuevos precedentes salariales en la NFL. El acuerdo de Chase, con un promedio anual de 40.25 millones de dólares, lo convierte en el jugador no mariscal de campo mejor pagado en la historia de la liga. Por su parte, Higgins se posiciona como el receptor número dos mejor remunerado de la NFL.

La decisión de retener a ambos receptores refleja el compromiso de los Bengals por mantener una ofensiva sólida alrededor de su mariscal de campo, Joe Burrow. Chase, de 25 años, viene de una temporada destacada en 2024, liderando la liga en recepciones (127), yardas aéreas (1,708) y touchdowns (17). Higgins, de 26 años, a pesar de las lesiones, registró 10 touchdowns en 12 juegos la temporada pasada.

No obstante, estas inversiones millonarias plantean desafíos financieros para la franquicia. Analistas como Shannon Sharpe han expresado preocupación sobre cómo estos contratos podrían afectar el espacio salarial de los Bengals y su capacidad para retener a otros jugadores clave en el futuro. A pesar de ello, la organización confía en que estas extensiones son esenciales para competir al más alto nivel en las próximas temporadas.