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El Autódromo José Carlos Pace se convirtió en un río este sábado, obligando a la Fórmula 1 a tomar la decisión de posponer la sesión de clasificación para el Gran Premio de Brasil. La intensa lluvia hizo imposible que los coches salieran a la pista en condiciones de seguridad, dejando la definición de la parrilla de salida para el domingo.

La FIA, tras evaluar la situación, decidió priorizar la seguridad de los pilotos y el personal. La decisión, aunque genera un cambio en el programa del fin de semana, garantiza que la competición se desarrolle bajo las mejores condiciones posibles. La incertidumbre sobre el clima del domingo añade un elemento de suspense a la espera.

El nuevo horario para la clasificación es el domingo por la mañana. Esto significa que la jornada dominical será aún más intensa, con la clasificación seguida inmediatamente por la carrera. Los equipos tendrán que adaptarse a este cambio de planes y ajustar sus estrategias en consecuencia.

La lluvia ha añadido un factor impredecible a la lucha por la pole position. Las condiciones cambiantes podrían beneficiar a algunos pilotos y perjudicar a otros, generando una clasificación llena de emoción e incertidumbre.