Policías y agentes anticorrupción surcoreanos intentaron arrestar al presidente suspendido Yoon Suk Yeol, luego de su intento de imponer la ley marcial; sin embargo, reportes de prensa aseguran que hubo resistencia por parte de los servicios de seguridad y de militares, así como de los seguidores del mandatario que incluso tuvieron enfrentamientos con las autoridades.
Por lo anterior, los investigadores de la Oficina de Investigación de la Corrupción de Corea del Sur (CIO) suspendieron este viernes sus esfuerzos por ejecutar una orden de detención, alegando la seguridad de las personas sobre el terreno, según un comunicado. La orden, válida hasta el 6 de enero, sigue vigente y podría prorrogarse.
Unos 80 policías e investigadores que entraron en el complejo desde las primeras horas del viernes se vieron impedidos por el equipo de seguridad presidencial de llevar a cabo la orden.
El presidente es buscado para ser interrogado en múltiples investigaciones, incluidas acusaciones de liderar una insurrección, delito castigado con cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
A principios de esta semana, un tribunal aprobó la orden de detención contra Yoon, la primera vez que se adopta una medida de este tipo contra un presidente en ejercicio. En respuesta, el equipo de seguridad presidencial dijo que las medidas de seguridad “se tomarán de acuerdo con el debido proceso”.