El Papa Francisco aprobó un nuevo proceso de tres años para considerar reformas de la Iglesia Católica, informó el Vaticano este sábado 15 de marzo, en una señal de que el pontífice de 88 años planea continuar a pesar de su hospitalización por neumonía.
El pontífice ha ampliado el trabajo del Sínodo de los Obispos, una iniciativa central de su papado de 12 años, que ha discutido reformas como la posibilidad de que las mujeres sirvan como diáconos católicos y una mejor inclusión de las personas LGBTIQ+ en la Iglesia.
El sínodo, que el pasado octubre celebró una cumbre vaticana de obispos sobre el futuro de la Iglesia que no resultó concluyente, celebrará ahora consultas con católicos de todo el mundo durante los próximos tres años, antes de organizar una nueva reunión en 2028.
El papa lleva más de un mes hospitalizado en el Gemelli de Roma y su larga ausencia pública ha alentado las especulaciones de que podría optar por seguir los pasos de su predecesor Benedicto XVI y renunciar al pontificado.
Sin embargo, amigos y biógrafos han insistido en que no planea dimitir, y la aprobación de un nuevo proceso de tres años indica que quiere continuar, a pesar de su edad y de la posibilidad de que se enfrente a una larga y difícil recuperación de la neumonía, por su edad y otras condiciones médicas.
Los más recientes boletines médicos del Vaticano revelan que ha mejorado y no está en peligro inmediato de muerte, pero no han precisado cuándo será dado de alta.