Max Verstappen demostró por qué es tricampeón en Interlagos, consiguiendo su primera victoria desde el GP de España. Desde el arranque, marcó un ritmo inalcanzable, dejando claro su dominio en la pista mojada y logrando una cómoda victoria bajo condiciones difíciles. Su habilidad y estrategia fueron factores clave en un fin de semana perfecto para el piloto de Red Bull. Checo Pérez terminó en la onceava posición tras una dura batalla con Lewis Hamilton.
La carrera no solo fue un desfile para Verstappen; detrás de él, se libró una batalla feroz por el podio. Los pilotos de Alpine, Esteban Ocon y Pierre Gasly, se destacaron al conseguir el segundo y tercer puesto respectivamente, robando protagonismo a equipos como Mercedes y Ferrari. Mientras tanto, George Russell, quien inició como líder, finalizó en la cuarta posición después de una sólida actuación.
Las decisiones sobre neumáticos y estrategias jugaron un papel decisivo en el resultado. Varios equipos optaron por arriesgar en medio de la tormenta, lo que trajo tanto ganancias como pérdidas. Esta adaptación constante a la cambiante pista de Brasil subrayó la importancia de la estrategia en cada giro.
La carrera brasileña dejó en evidencia la fortaleza de Red Bull y el hambre de competencia de Mercedes y Ferrari. Verstappen destacó por su consistencia, mientras que el drama en la pelea por los lugares restantes anticipa una emocionante batalla en la recta final del campeonato.