En un emotivo evento celebrado en Cooperstown, el Salón de la Fama del Béisbol dio la bienvenida a cinco nuevas leyendas. Ichiro Suzuki, CC Sabathia y Billy Wagner recibieron el reconocimiento junto con los fallecidos Dave Parker y Dick Allen. Fanáticos de todo el país y del extranjero se reunieron bajo un cielo nublado para aplaudir a quienes dejaron huella en los diamantes.
Ichiro Suzuki fue la figura estelar de la jornada. A sus 51 años, es el primer jugador exaltado en Japón y Estados Unidos. Reflexionó sobre su viaje de novato a veterano, mezclando humor con filosofía deportiva. Destacó que su éxito se basó en cuidar los detalles y prepararse cada día con disciplina, convencido de que no hay límites cuando se trabaja con constancia.
CC Sabathia emocionó con un discurso centrado en su familia. Recordó cómo su madre atrapaba sus lanzamientos en el jardín y cómo su esposa ha sido su compañera inseparable desde la juventud. Reconoció que en Cleveland se formó y en Nueva York consolidó su leyenda como Yankee.
Billy Wagner, ejemplo de resiliencia, relató cómo superó su lesión infantil que lo llevó a lanzar con la zurda. Desde sus días en Ferrum College hasta convertirse en un cerrador temido, dejó claro que nunca se rindió ante los escépticos, defendiendo que la perseverancia es más fuerte que el talento puro.
Los tributos a Dave Parker y Dick Allen vinieron de sus seres queridos. El hijo de Parker repasó su trayectoria como mentor de futuras estrellas y leyó un emotivo poema. Willa Allen, por su parte, compartió la firmeza con la que su esposo persiguió su sueño, incluso antes de que el béisbol fuera un lugar para hombres negros.