Hulk Hogan, leyenda indiscutible del deporte espectáculo, falleció este jueves a los 71 años en su hogar de Clearwater, Florida, a causa de un paro cardíaco. Médicos y autoridades respondieron de inmediato, pero los esfuerzos por reanimarlo resultaron infructuosos.
Su salud había sido motivo de especulación tras varias intervenciones quirúrgicas, pero su familia insistía en que se encontraba en recuperación. Los rumores se intensificaron en las últimas semanas, aunque su esposa Sky aseguraba que su corazón “seguía fuerte”.
Más que un luchador, Hulk fue una figura que cambió para siempre el panorama de la lucha libre. Su carisma y presencia escénica atrajeron a públicos familiares y globales, abriendo las puertas de la WWE a una nueva era de fama y negocio. Su paso al personaje de «Hollywood Hogan» con el NWO redefinió su carrera y consolidó su estatus de ícono.
Hogan también vivió episodios controvertidos, como su salida del Salón de la Fama en 2015 tras un escándalo por comentarios racistas. Regresó en 2020 como parte del grupo NWO. Además, dejó historia en el cine, la televisión y hasta la política, destacándose en la Convención Nacional Republicana de 2024.
Hoy, el mundo despide a un gigante de la lucha libre que se mantuvo vigente por más de cuatro décadas. Hulk Hogan ya es eterno.
