En 2009, el Congreso de Estados Unidos proclamó oficialmente el 14 de marzo como el Día del Pi π, conocido como el famoso 3.1416. Este evento tuvo un recibimiento entusiasta desde su inicio, y su popularidad creció hasta que en 2019, la UNESCO lo nombró Día Internacional de las Matemáticas. Desde entonces, la celebración ha atraído cada año a más participantes, con π simbolizando el amor por las matemáticas.
Para comenzar, es importante señalar que Pi es la decimosexta letra del alfabeto griego (π) y se utiliza en matemáticas para representar algo más fascinante que solo un número. La primera peculiaridad de Pi es que, en realidad, no es un número como tal. Si no es un número, ¿entonces qué es Pi?
Pi se define como la relación entre la longitud de la circunferencia y su diámetro, una relación que, curiosamente, es constante, es decir, siempre es la misma independientemente del tamaño de la circunferencia.
En la geometría euclidiana, desarrollada por Euclides (325-265 a.C.), el valor constante de Pi es notable por ser un número irracional. Esto significa que, a pesar de resultar de dividir el perímetro por el diámetro, no se puede expresar como la división de dos números enteros.
Si el diámetro de una rueda es un número entero, la distancia que recorrerá al girar completa no lo será. Pero, ¿cuánto es exactamente? Aquí entra en juego el valor de Pi. Pero antes, veamos otra de sus singularidades: el valor constante de Pi en geometría euclidiana es 3,141592… y, dado su carácter irracional, sabemos que tiene infinitos decimales. Estos decimales parecen distribuirse al azar, sin seguir ningún patrón predecible.
Esta característica de Pi ha inspirado a numerosas personas a lo largo de la historia. Desde tiempos antiguos, como demuestran registros de los babilonios alrededor del año 2000 a.C., ha habido esfuerzos por calcular su valor con la mayor precisión posible. Uno de los primeros y más fructíferos fue el de Arquímedes de Siracusa (287-212 a.C.), quien desarrolló un método para estimar Pi utilizando polígonos inscritos y circunscritos a una circunferencia.
Este método permitió a Arquímedes establecer un rango de valores para Pi con un margen de error máximo del 0,040% respecto al valor real. Después de Arquímedes, surgieron muchas otras aproximaciones a Pi, incluso desde perspectivas de probabilidad y estadística, como en el caso de Georges-Luis Leclerc, Conde de Buffon.
Con el advenimiento de la era computacional, surge una nueva peculiaridad de Pi: su computabilidad. Alan Turing definió en 1936 que un número es computable si se puede determinar su valor aproximado con un número específico de decimales. En 1949, una computadora ENIAC calculó 2037 decimales de Pi, marcando el comienzo de una era de avances tecnológicos en este campo.
Pero más allá de su interés matemático, Pi ha capturado la imaginación humana en diversos campos, desde la navegación por GPS hasta el movimiento de los péndulos y la inteligencia artificial en asistentes de voz. Pi no solo es una curiosidad matemática, sino un fenómeno que se manifiesta naturalmente en el mundo, haciendo del 14 de marzo una celebración de las matemáticas y su impacto en nuestras vidas.
Con información de la BBC.